El Real Valladolid y el Espanyol de Barcelona han empatado a un tanto en un encuentro poco vistoso y en el que el conjunto catalán jugó todo el segundo tiempo con diez por expulsión de Víctor Álvarez al filo del descanso.
Resultado final que mantiene al Espanyol en el farolillo rojo tras un encuentro repleto de imprecisiones y en el que el equipo barcelonés se adelantó en el minuto 69 merced a un penalti transformado por Verdú. El Real Valladolid empató en el 81 por medio de Óscar y en una jugada a balón parado.
En los primeros compases del partido, el RCD Espanyol consiguió embotellar y crear algo de desconcierto en la retaguardia vallisoletana con un fútbol directo. Presionaba en tres cuartos de cancha, aunque descuidaba el carril derecho, por donde el Real Valladolid iniciaba su producción ofensiva.
Así, el alemán Patrick Ebert probó a Cristián Álvarez a los siete minutos de juego con un disparo raso y cruzado, al que siguió una fase de dominio local.
El conjunto de Mauricio Pochettino, muy necesitado de puntos, modificaba, de este modo, su libro de estilo. Cambió los balones en largo a Longo por transiciones más elaboradas, aunque estériles y carentes de desborde.
Algo parecido le ocurría al Valladolid, pues sólo encontraba conexión con los desdoblamientos de los laterales y la fórmula de los balones en largo a Manucho para iniciar la segunda jugada no estaba teniendo el mismo éxito que contra el Rayo Vallecano.
Los dos equipos se mostraban respetuosos. Guarecidos y controlados, aunque el Espanyol iba ganando a los puntos después de haber taponado, con una presión más animosa que al principio, la zona de creación vallisoletana.
Víctor Pérez y Álvaro Rubio no podían despegarse del marcaje de Forlín y Víctor Sánchez, por lo que Óscar y Alberto Bueno hubieron de retroceder metros para entrar en contacto con el cuero y, así, contrarrestar el anodino juego que reinaba en el José Zorrilla sobrepasada la media hora de partido.
De este modo, a los treinta y ocho minutos, el gol rondó en ambas áreas en escasos segundos. Manucho no llegó a un centro desde la izquierda tras una buena jugada del Valladolid y, a renglón seguido, Jaime abortó con el pie un disparo de Rui Fonte tras adentrarse en el área con un auto-pase que sorprendió a Marc Valiente.
El duelo ganó en dinamismo y se agitó definitivamente con la expulsión por doble amarilla del lateral izquierdo Víctor Álvarez, al borde del descanso y después de que le golpease un centro de Rukavina en la mano. No hubo tiempo para más.
Tras el tiempo de asueto, Pochettino no realizó ningún cambio y puso a Víctor Sánchez, que comenzó de medio centro, en el puesto de lateral izquierdo.
Tirita para la expulsión de Víctor Álvarez que funcionó dado que el conjunto azulón fue capaz de construir y poner en aprietos al Real Valladolid al inicio del segundo período.
Sin embargo, la lógica empezaba a imponerse con el transcurso de los minutos y el Real Valladolid comenzó a acaparar más posesión de balón, sin excesiva fluidez, y a anular al Espanyol.
No obstante, el conjunto catalán se encontró con un penalti por un empujón de Rukavina a Longo que Fernández Borbalán decretó en el minuto 69 de partido y después un tramo en el que el Espanyol no daba dos pases seguidos. Verdú engañó a Jaime y puso por delante a los visitantes.
Entonces, el Real Valladolid se volcó al ataque, aunque de forma un poco aturullada. Los nervios cundían en los pupilos de Miroslav Djukic, aunque encontraron el premio a su insistencia con un gol de Óscar en el 81.
El media punta salmantino remató libre de marca un saque de esquina lanzado al segundo palo por Patrick Ebert.
El Real Valladolid siguió intentándolo, enfrascado en la remontada, y consiguió por momentos arrinconar a un oponente al que se le anuló un gol por fuera de juego de Verdú al remachar a la red un rechace de Jaime en el tiempo añadido.
Aún hubo tiempo para que el equipo vallisoletano contase con un par de ocasiones más fruto de su coraje, pero el marcador no se movió.