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Calabazas gigantes en la huerta de Arcos

Después de contactar con el campeón mundial de cultivo de calabazas gigantes, dos vecinos de Arcos han logrado extraer de su huerta ejemplares de más de 45 kilogramos, con técnicas completamente ecológicas y abono natural

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  • Los propietarios de unas hermosas cabalabazas y otros productos naturales. -

Otra vez un prodigio de la naturaleza se da cita en Arcos. En esta ocasión en forma de calabaza gigante. Según comentan los hortelanos que la han plantado y cuidado es una variedad que puede llegar a pesar hasta 400 kilos, aunque no ha sido el caso local, el resultado del peso de la calabaza arcense ha sobrepasado los 45 kilos lo que no es menos meritorio de mención teniendo en cuenta que el peso medio de esta verdura suele rondar los cinco o seis kilos.

El propietario de la calabaza, José Antonio Morales, comenta orgulloso que la idea de plantar calabazas gigantes surgió tras ponerse en contacto con el campeón del mundo de cultivo de esta especie. Al perecer es un joven norteamericano quien les proporcionó las semillas y las artes de cultivo para obtener tan magnánimo resultado.


Morales dice que en Arcos está proliferando mucho este tipo de plantación, por esa razón, cree que se podría crear un concurso en el que además de poner a prueba el peso de las hortalizas, se pudiesen degustar entre los vecinos a través de distintas recetas y formas de cocinarlos promoviendo así la convivencia, la gastronomía y creando para la localidad un atractivo más de los mucho de los que ya goza.


En cuanto al método agrario utilizado para la crianza de las calabazas se han tenido en cuenta dos técnicas. Por una parte, la siembra directamente en el suelo abonado y el riego adecuado con la humedad y la protección del sol adecuada, con la que se ha obtenido el resultado de las calabazas más grandes. Pero también, según José Antonio Morales y su Compañero Miguel Jiménez, han tenido en cuenta un procedimiento menos conocido consistente en la germinación de la semilla fuera de la tierra con la utilización de capas húmedas, proceso incluso en el que se utiliza el microondas para calentar el agua que ha de servir de alimento a la simiente y con el que se consiguen resultados más inmediatos. Este innovador procedimiento hace que la huerta se vuelva más productiva. Si bien el resultado ha sido el de unos productos menos llamativos que los anteriores, hay que destacar que el tiempo utilizado ha sido la mitad y los resultados en términos proporcionales son más positivos.


Pero de una forma u otra, tanto Miguel como José Antonio muestran orgullosos los productos de su huerta, ofreciendo además un atractivo curioso a la misma, y aportando ideas originales. Aseguran que el cultivo de este tipo de verduras está en auge en Arcos y que eso es algo positivo. Ambos además experimentan con otros cultivos como los del tomate, el pimiento, la berenjena o el calabacín, injertando en las mismas matas diferentes vegetales, por lo que es curioso observar en un mismo matojo un pimiento, una berenjena, un tomate o un calabacín. Cabe destacar, que todo lo que se cultiva en la huerta de Miguel y José Antonio son productos ecológicos, es decir que no existen abonos químicos, ni intervienen agentes que no sean cien por cien naturales, lo que otorga de más mérito aún a los resultados.


Con las circunstancias económicas que atraviese el país, sería bueno que todo aquél que disponga de un huerto se plantease la idea de sembrar estas calabazas y pepinos gigantes que a buen seguro salvarían mucho de la compra semanal, descongestionando así la economía familiar. Además, con semejantes resultados bien podría abastecerse una familia entera durante mucho tiempo. De nuevo, los vecinos de Arcos muestran una manera curiosa de solventar problemas con ideas innovadoras.

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