Con estas palabras, Rouco Varela, presidente de la Conferencia Episcopal Española, se refería por primera vez a los denominados “autobuses ateos”, que estos días han circulado por Barcelona y que en breve lo harán también por Madrid con el lema Probablemente Dios no existe. Deja de preocuparte y disfruta de la vida.
“La fe no es fuente de preocupación insana, sino de consuelo y de libertad”, aseguraba el cardenal de Madrid en su habitual alocución semanal, en la que apelaba a las autoridades competentes para que “tutelen como es debido el derecho de los ciudadanos a no ser menospreciados y atacados en sus convicciones de fe”.
La libertad de expresión, añadía Rouco Varela, “ha de ser tutelada.
Pero los medios públicos no deberían ser utilizados para socavar derechos fundamentales, tampoco el de los creyentes a no ser heridos y ofendidos en sus convicciones”.
Dado que los “autobuses ateos” han circulado por varias ciudades europeas, el cardenal de Madrid ha elogiado la decisión de los responsables municipales de las ciudades de Roma, Milán y Zaragoza, que “han sabido compaginar la tutela de los derechos de libertad religiosa y de libertad de expresión y no han cedido espacios urbanos” para atacar el sentimiento de los creyentes.