La provincia de Huelva se consolida un año más en la producción de agricultura a nivel nacional y andaluz dentro de la agricultura ecológica. Así, la provincia contó en 2011 con una superficie de 188.666 hectáreas de este tipo de agricultura, un siete por ciento más que en el año anterior, y con 1.172 operadores implicados --productores, elaboradores, importadores y comercializadores--, unas cifras que la sitúan en primer nivel en Andalucía.
Según los datos facilitados por las Oficinas Comarcales de Agricultura (OCA), a los que ha tenido acceso Europa Press, es el entorno de Doñana el que lidera este tipo de agricultura con el mayor número de hectáreas dedicadas, ascendiendo a 65.359,89 y 182 operadores.
La segunda zona donde pueden apreciarse más hectáreas de agricultura ecológica es la Sierra oriental, con 36.362 hectáreas y 605 operadores, seguida por la Sierra occidental con 24.792 hectáreas y 373 operadores. En esta línea se encuentra la zona del Andévalo occidental, donde la superficie dedicada a la agricultura ecológica asciende a 22.607 hectáreas y 170 operadores.
Las comarcas onubenses que menos superficie ecológica tienen son el Andévalo oriental, con 9.406 hectáreas y 145 operadores; la Costa occidental, con 2075 hectáreas y 34 operadores, y por último la zona del Condado con 1.587 hectáreas y 36 operadores.
La mayor cantidad de esta superficie dedicada a la agricultura ecológica en Huelva se destinan al cultivo de pastos, praderas y forrajes, bosque, la recolección silvestre y los sistemas adehesados, no obstante algo más de 4.000 hectáreas están destinadas al olivar ecológico. También se cultivan herbáceos y frutales de secano y de regadío, hortícolas al aire libre y bajo plástico, además de cítricos, barbechos y abono verde.
La provincia de Huelva también cuenta con explotaciones ganaderas ecológicas, en concreto con 878, donde conviven casi 10.000 cabezas de ganado. Respecto a la tipología de las explotaciones, la mayor parte se destina a la carne, aunque también al ganado caballar y también existen algunas para conseguir leche y huevos.
ASAJA: "ES UNA SALIDA FANTÁSTICA"
Por su parte, el presidente de Asaja-Huelva, José Luis García-Palacios, ha valorado estos datos y ha asegurado que la agricultura ecológica es una salida "fantástica y necesaria" para poner en valor producciones que, por falta de rendimiento, no pueden competir en el mercado, y que tienen su público y su consumidor, no obstante ha remarcado que no se puede pensar que "toda la agricultura fuera ecológica porque no habría superficie sobre la tierra para darle de comer al ser humano".
En declaraciones a Europa Press, García-Palacios ha hecho hincapié en que la agricultura ecológica es "muy interesante" para aquellas zonas que, por sus cuestiones orográficas o deficiencias de clima o de producción, "no pueden entrar a competir con explotaciones donde tiene todo eso a su favor".
Tras recordar que Huelva es la primera provincia en superficie de cultivo ecológico, ha señalado que la producción masiva de este tipo de agricultura se produce en la comarca de la Sierra y en el Andévalo.
En este sentido, ha puesto como ejemplo que los olivares de Zufre o Santa Olalla del Cala, tienen una producción más baja que aquellos que se cultiven en Gibraleón, por lo que, en estos casos, ha matizado, "o te diferencias por el concepto de producción o no se va a poder hacer rentable nunca las producciones de olivar en la Sierra, que además están en unas pendientes descomunales, la recolección es más costosa y el rendimiento es bajísimo".
En esta línea, ha señalado que "hay un nicho de mercado cada vez más creciente en Europa por aquello de toda la sensibilidad de lo verde".
SECTOR FRESERO
En cuanto al sector fresero, García-Palacios ha indicado que hay producciones de fresa ecológica pero porque hay un mercado, concretamente en Alemania, que demanda esta producción, no obstante, según ha señalado, "ahí las diferencias de producción no son tan abismales".
El sector de la fresa, que durante los últimos años ha invertido tanto en la mejora de sus producciones mediante la producción integrada, que es lo que más se acerca a una agricultura biológica, "ha apostado por este tipo de agricultura porque hay un consumidor que es capaz de pagar un poco más para que el productor absorba ese exceso de gastos de producción y pueda seguir manteniendo su explotación", ha agregado.
Por lo tanto, se ha mostrado "a favor, sin duda" de la agricultura ecológica, no obstante, ha matizado que "habría que refundir la denominación de esta actividad porque agricultura y ecología no pueden estar en la misa frase", ya que, según ha incidido, la ecología es "la inalteración del medio ambiente y la agricultura lo primero que hace es alterarlo por poco que se haga", por lo que, a su juicio, debería de llamarse agricultura biológica o agricultura de producción respetuosa con el medio natural.