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Cádiz

Y morimos en la orilla

El Cádiz CF se sobrepone a las adversidades para igualar una eliminatoria que termina perdiendo en la tanda de penaltis.

  • Akinsola llora con Baena -

La crueldad más absoluta se vistió de amarillo en el Carranza. El caprichoso destino quiso que un gaditano inventara las tandas de penaltis y en una de ellas muriera el Cádiz. Cuando los locales parecían tenerlo todo a favor fallaron una pena máxima y, pese a que consiguieron igualar la eliminatoria, los fallos de Akinsola, Cases y Yuste en la tanda definitiva sellaron el destino de un equipo cuyo futuro no está nada claro.

Los locales salieron a por todas, no les quedaba otra opción, y encerraron al CD Lugo en su campo desde el primer momento. Con todo el juego volcado sobre la portería de Escalona, el peligro no rondaba la portería de Aulestia, aunque la defensa amarilla no podía permitirse ni un solo despiste que concediera espacios a la contra.

Dos disparos cadistas no encontraron portería porque se toparon con la defensa, posiblemente impactando en los brazos de sendos rivales, aunque eran dos jugadas muy difíciles de ver. El Lugo tenía el miedo en el cuerpo. Atenazado por la presión, el equipo gallego, iba cediendo terreno por momentos. Sin ideas, perdidos sobre el terreno de juego, los de Quique Setién se temían lo peor. Y lo peor para ellos era lo mejor para el Cádiz CF, que se puso por delante bien pronto. Corría el minuto trece cuando una jugada por la banda izquierda terminó con un balón suelto en el área al que llegó Ferreiro para batir a Escalona con maestría. El disparo ajustado del gallego se pegó al poste derecho de Escalona y la grada explotó.

La situación era de dulce para la remontada. Un rival perdido y temeroso, una grada teñida de amarillo y el marcador favorable antes del cuarto de hora. Era el momento de marcar el segundo sin dar respiro al rival. Y a punto estuvo de conseguirlo Juanjo, el delantero elegido por Jose González para la remontada en la eliminatoria.

Sin embargo, los errores se pagan. Una pérdida de balón de Yuste en campo contrario propició el contragolpe letal del Lugo. Nadie se atrevió a derribar a Ismael y Monti se plantó solo ante Aulestia para subir al marcador un empate que era un disparo al corazón del cadismo. Y peor pudo ser apenas un minuto más tarde, pero esta vez Aulestia sí le ganó la partida al delantero para mantener al Cádiz CF en eliminatoria.

Los amarillos estaban rotos, ahora un gol no les daba el ascenso, sino que necesitaban dos para forzar la prórroga y jugárselo todo en una última media hora agónica.

Escalona salvó el 2-1 con una mano prodigiosa a un disparo de Juanjo que buscaba la cepa del poste izquierdo. Los locales tenían por delante casi una hora para consumar el milagro, pero los nervios habían cambiado de color y ahora eran amarillos.

También buscó Dioni el gol. El mediapunta sí que tiene sensación de peligro, no como Cases, que para más el juego y apenas produce miedo a las defensas contrarias.

De nuevo tuvo Juanjo el gol, pero no llegó al centro de Ikechi. El escocés se había marchado con velocidad hasta la línea de fondo y puso el balón atrás, pero el ariete no alcanzó a rematarlo a puerta vacía.

Pero la mejor ocasión estaba por llegar. Óscar Pérez desperdició un penalti en la última jugada de la primera parte. Góngora se marchó perfectamente y fue derribado por Pita. Pena máxima a favor y decepción en el lanzamiento.

La segunda parte empezó mejor que la primera. Un centro de Ferreiro fue cabeceado por Juanjo hacia Dioni, que también conectó con la cabeza un remate que se alojó en las redes de Escalona. Los locales tenían por delante toda la segunda parte para marcar un gol más y jugar la prórroga o dos y sellar el ascenso.

Parece increíble que hubiera que esperar hasta este partido para ver jugar juntos a Juanjo y Dioni, cada uno en su posición además. El malagueño a punto estuvo de subir el tercero al marcador, pero el balón se paseo por la línea de gol sin que llegara a rematarlo. Era la segunda jugada parecida y la desesperación rondaba las gradas.

Yuste se redimió de su errore en el primer gol cubriendo la espalda de Murillo para salvar un mano a mano con Aulestia. Y en la contra llegó el tercero. Óscar Pérez se marchó por la derecha y su centro fue remachado por Juanjo.

La respuesta visitante fue un disparo a la cruceta. Parecía que la fortuna comenzaba a ponerse a favor del Cádiz, que era el único que buscaba la portería rival con convicción, mientras el Lugo acusaba los goles encajados.

A falta de quince minutos, Jose González apareció en la grada de Tribuna para ordenar tres cambios, todos porque sus protagonistas no podían ya ni con las botas. Juanjo, Dioni y Óscar Pérez dejaron sus puestos a Akinsola, Cases y Moke. Y faltaron cambios porque Ikechi y Góngora estaban también fundidos, pero tuvieron que seguir.

Un gol del Lugo obligaría a los cadistas a meter dos, pero los locales arriesgaban en busca de la portería, cosa que no hacían los gallegos. La presión era total y los locales incluso jugaron con diez uno instante con Baquero tocado.

Un centro de Ikechi hacia Akinsola fue abortado en el área pequeña por Escalona. El Cádiz rondaba el cuarto y el Lugo también estaba fundido físicamente. Media hora más iba a ser un infierno. Se apareció la Virgen a los locales cuando Berodia remató a puerta vacía, pero el balón se le fue alto. Increíble la ocasión fallada por los gallegos ante la desesperación local.

Ya en la prórroga, Ikechi tiró por la borda un contragolpe claro con un mal pase y Akinsola disparó al lateral de la red. Sin descanso, de nuevo Ikechi entró en el área y su disparo se perdió por poco.

De nuevo Berodia tuvo el gol al plantarse solo ante Aulestia. Baquero se tragó el balón y el delantero visitante llegó con claridad, pero su disparo se perdió fuera en un nuevo milagro cadista.

El Cádiz estaba muerto. De Coz llevaba mucho tiempo lesionado, pero por no dejar al equipo en inferioridad se colocó de extremo, bajando Ferreiro al lateral alternándose con Moke. Los dos equipos hubieran firmado los penaltis para jugarse el ascenso en una ruleta rusa.

La tanda final empezó bien, como el partido, pero llegaron los errores de Yuste y los indolentes Akinsola y Cases para impedir que se cumpliera el sueño del ascenso a Segunda División A.

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