Marisa Olmedo, restauradora local, ha sido la encargada de realizar dichos trabajos en unas de las tallas con más devoción de la ciudad del Torcal. Ambas imagenes ya procedieron a estar restauradas hace veinte años.
Entre algunas de las curiosidades tras la restauración, su hermana mayor Trinidad Calvo, comentaba que se han podido recuperar las lágrimas de ambos angelitos que se esconden bajo el manto de la imagen mariana, asi como una limpieza de la policromia de la cara y la sujección de las lágrimas, que se les venian desprendiendo desde hace algunos años.