Fitch ha señalado que esta revisión refleja los riesgos del nuevo grupo y viene dada por el perfil de mayor debilidad y tamaño de Caja España-Duero. "La integración tendrá lugar en un contexto operativo difícil, caracterizado por unas perspectivas de crecimiento económico bajas y unas continuas dificultades de acceso a los mercados", subraya.
Sin embargo, la agencia también apunta que la integración formará un grupo con "una mayor diversificación geográfica y con mayor potencial para llevar a cabo sinergias en costes y en ingresos".
De igual manera, afirma que, según la estructura de balance de los dos grupos, tendrá una exposición al sector de la construcción del 20 por ciento respecto al total de la cartera de créditos. Pero, si bien, destaca que la mitad de la cartera crediticia del nuevo grupo son préstamos a particulares con riesgo bien diversificado.
Asimismo, señala que el nuevo grupo se beneficiará de la amplia base de depósitos de Caja España y destaca la buena posición del grupo al tener los vencimientos de deuda repartidos en el tiempo y que cuenta con margen de activos líquidos para hacer frente a contingencias de liquidez.
La agencia también detalla que el nuevo grupo tendrá un 'core capital' por encima del diez por ciento, por lo que no está previsto un aporte de capital del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB). Además, tendrá unos activos totales de 80.000 millones de euros, con una cuota de mercado superior al tres por ciento.
Por último, Fitch indica que tomará decisión al respecto cuando la operación de integración haya recibido las principales autorizaciones y cuando se constituya formalmente el grupo y se disponga de más detalles.
Cabe recordar que en los procesos de integración las agencias de calificación de riesgos realizan esta revisiones como un paso habitual.