“Quería darle la vuelta a Heracles y sus doce pruebas, mostrando un nuevo punto de vista que dotara de originalidad y frescura a una historia ya conocida. No es una adaptación fiel y estandarizada, sino que cojo las esencias y las llevo por mis derroteros personales”, explica Rubín (Orense, 1977) en una entrevista con Efe.
“Por otro lado, siempre me han gustado los tebeos de superhéroes, que no dejan de ser una reinterpretación moderna de los mitos griegos. Llevaba tiempo dándole vueltas a una historia que pudiera conjugar ambas cosas, que se convirtiera en mi carta de amor al género superheroico”, añade.
Gran aficionado a la mitología, el autor define a Heracles como “el germen de todos los superhéroes”.
“Superman o Batman no dejan de ser variaciones de este molde primigenio. Su esencia es tan pura que puedes deformar al personaje, cambiarlo o modernizarlo, pero su autenticidad y fuerza siguen estando presentes”, apunta el dibujante en sus declaciones.
Este primer volumen narra el nacimiento del protagonista, la enemistad con su hermano Euristeo y nueve de los doce trabajos que tuvo que cumplir para erigirse en el héroe clásico por excelencia, ya fuera matar al León de Nemea, capturar al Jabalí de Erimanto o vencer a las Amazonas en un duelo a muerte.