Ruiz-Gallardon ha sido respaldado por los 31 concejales del PP, frente a los 15 del PSOE que han votado a Jaime Lissavetzky, los seis de IU que ha votado a Ángel Pérez y los cinco de UPyD que han votado a David Ortega.
En los alrededores del viejo edificio del Ayuntamiento, en el centro histórico de Madrid y a escasos 500 metros de la Puerta del Sol, cientos de personas se han concentrado e incluso han simulado el entierro de la democracia, con una parafernalia en la que no han faltado ataúd, falsos sacerdotes y llantos.
Después, la Policía ha desalojado la salida del aparcamiento del Ayuntamiento de Madrid para que pudieran salir los políticos participantes en el acto.
La actuación policial ha supuesto algunos forcejeos y empujones con las personas que estaban sentadas a la salida del garaje, según ha constatado Efe en el lugar.
Aunque han sido numerosos los coches oficiales y particulares que han abandonado el aparcamiento, otros muchos concejales e invitados han optado por salir a pie o han permanecido en el interior, donde se servía un aperitivo.
En su primera intervención tras su reelección, el alcalde ha anunciado que delegará por primera vez en la historia del Ayuntamiento la Presidencia del Pleno y lo hará en su hasta ahora delegada de Obras, Paz González, a la que ha elegido "por su probada eficacia, ecuanimidad y sentido institucional".
Ha anunciado que, desde la primera sesión ordinaria que se celebre -prevista para este mismo mes- se someterá a una pregunta de cada uno de los portavoces de los grupos en cada sesión, "como es costumbre en cualquier parlamento".
Además, "con el objeto de consolidar la naturaleza parlamentaria del Pleno", convocará a los grupos para acometer una reforma del Reglamento que lo adapte completamente a la Ley de Capitalidad, y así constituir, en cuanto se apruebe, una Mesa del Pleno donde esté representada la oposición, cuyos miembros y Presidencia serán formalmente elegidos por toda la Corporación.
Una vez concluido el Pleno, Ruiz-Gallardón ha firmado los decretos de nombramiento de los miembros de su nuevo Gobierno, que adelgaza en un área, al pasar de ocho a siete.
Los portavoces de la oposición, por su parte, han ofrecido su colaboración y lealtad al alcalde para atajar los problemas de la ciudad, que han coincidido al señalar que son el empleo y la deuda.
