Con la llegada de las buenas temperaturas, la afluencia turística comienza a aumentar en las playas de Chipiona pese a que el acto de inauguración oficial ni siquiera se ha celebrado todavía. Una de las actuaciones de preparación de mayor envergadura como es el traslado de arena, eso sí, ya finalizó hace tiempo, mientras en estos días se acelera la colocación de un sinfín de últimos flecos como los módulos, hamacas, sombrillas, pasarelas y mástiles para que todo luzca de forma brillante de cara al día de la inauguración. Eduardo Lorenzo, delegado de Playas del Ayuntamiento de Chipiona, se muestra satisfecho al echar la vista atrás para recordar un escenario que poco tiene que ver con el que presumen en el pueblo actualmente. “Si nos remontamos a dos meses atrás la playa estaba totalmente baldía. En poco tiempo se ha conseguido el objetivo. Los trabajos están casi listos”, comenta, aunque aclara que los plazos de finalización han dependido de cada playa.
Una de las que más ha ocupado la atención del delegado, así como de todo su equipo, ha sido La Cruz del Mar. El traslado de arena, en este caso particular, les puso a prueba. “La parte de La Cruz del Mar se quedó sin arena”, recuerda Lorenzo. Pero fueron los condicionantes meteorológicos los que pusieron todo aún más cuesta arriba. “Lo más complicado es luchar contra las adversidades del tiempo. Son situaciones que uno no controla”, expresa el delegado de Playas. “Cuando llega un temporal grande, necesitas de mucha maquinaria, tiempo y personal para intentar remediar todo el daño que se ha hecho previamente. Son 14 kilómetros de litoral y llegar a todos los puntos es muy complejo”.
Lluvias torrenciales, además de fuertes vientos, fueron las consecuencias del paso de las borrascas Aline y Bernardo por Chipiona en los últimos meses, que provocaron daños importantes, como los que aún son perceptibles en el muro de la Cruz del Mar, aunque Eduardo Lorenzo asegura que se encuentran enfocados en su arreglo. “Estamos esperando un documento pendiente para terminar el socavón que se originó precisamente con las grandes borrascas. Ya tenemos prácticamente todos los permisos para acometerlos y dejar el paseo marítimo en óptimas condiciones”, afirma.
Otro asunto que la delegación de Playas ha establecido como una prioridad es la limpieza y el cuidado del medio ambiente pues es en verano, con el incremento de la afluencia de visitantes cuando aumenta como consecuencia directa la presencia de residuos. Busca hacer frente a esta problemática mediante la puesta en marcha de distintas iniciativas. Volverá la campaña ‘Con la camaronera no se juega’, para que los usuarios puedan canjear este objeto que causa un gran daño a los ecosistemas marinos por un regalo. Además, este verano se iniciará una nueva campaña que se sumará como una de las principales apuestas de esta delegación. ‘Orilla sin colilla’, para combatir uno de los principales residuos que se generan en las playas cada verano. “No se trata de prohibir, sino de concienciar y educar”, expresa Eduardo Lorenzo. “Hacer hincapié en la importancia de que los usuarios dejen las playas como se las encuentran”.
