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Irán sostiene que el informe del OIEA constata que no tiene programa militar

Irán asegura que, como en ocasiones anteriores, "confirma que no hay una desviación militar en los propósitos de Teherán".

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Irán hizo hoy una lectura diferente del último informe de la ONU sobre su programa nuclear -que refuerza las sospechas- y aseguró que, como en ocasiones anteriores, "confirma que no hay una desviación militar en los propósitos de Teherán".

"El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha vuelto a confirmar, por vigésimo sexta vez, que no hay ambiciones militares en el esfuerzo militar iraní", afirmó el embajador de Irán ante este organismo, Alí Akbar Salehí.

En declaraciones recogidas por la agencia de noticias estudiantil Isna, el responsable añadió que con ello queda probado igualmente que las sanciones internacionales "carecen de crédito".

Según el informe del OIEA publicado el viernes, Irán ha aumentado sus reservas de uranio enriquecido, ignorando la exigencia de la ONU de que detenga esa actividad

Además, su falta de cooperación con los inspectores internacionales impide que se pueda certificar que su programa militar tiene sólo fines pacíficos, agrega el documento, al que tuvo acceso Efe.

El informe indica, asimismo, que la República Islámica ha sido capaz ya de procesar 3.606 kilos de uranio poco enriquecido (hasta el 5 por ciento) y 43,6 kilos de uranio con una pureza de hasta el 20 por ciento.

Esas cantidades suponen que, desde noviembre, los técnicos iraníes han logrado aumentar en 491 kilos las reservas de uranio poco enriquecido y en unos 10 kilos las del combustible de más pureza.

Esta última partida de combustible nuclear, considerada ya como "uranio altamente enriquecido", está destinada, según las autoridades iraníes, al funcionamiento de un reactor dedicado a producir isótopos para la lucha contra el cáncer.

Sin embargo, el uranio altamente enriquecido es también el principal motivo de preocupación para Estados Unidos y la Unión Europea (UE), por su posible doble uso, militar y civil.

Aunque Irán aún está lejos de alcanzar la pureza del 90 por ciento que se precisa para fabricar bombas atómicas, los expertos consideran que el régimen de los ayatolás sigue acumulando pericia técnica para refinar el proceso de enriquecimiento.

El OIEA intenta desde hace ocho años aclarar la verdadera naturaleza de los esfuerzos nucleares de Irán, conducidos durante años de forma clandestina.

El Consejo de Seguridad de la ONU ha adoptado ya cuatro tandas de sanciones contra Irán para intentar forzarle a que detenga su programa de enriquecimiento de uranio.

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