Así las cosas de los 183 expedientes abiertos por los funcionarios del 092, que se concentran principalmente los fines de semana, hay algunos que todavía no se han resuelto, dado que una buena parte de los sancionados suele presentar alegaciones para intentar demorar el pago, que en caso de infracción leve, la que más se repite, no baja de los 300 euros por cabeza. De igual manera, tampoco hay que perder de vista que en estos datos también están contemplados los caso de infractores que han sido multados por arrojar basura a la vía pública, como así se le considera por dejar las botellas de refrescos, alcohol y vasos tirados en las plazas y avenidas elegidos para hacer el botellón de forma clandestina.
A día de hoy, en el caso de Sanlúcar, el único espacio autorizado para hacer botellón está en los terrenos de Las Piletas situados entre la Sociedad de Carreras de Caballos de Sanlúcar y la depuradora, donde hay instalados baños públicos. Un espacio que está especialmente confluido en los meses de verano que no ha estado exento de críticas por parte de jóvenes y vecinos por el fuerte olor que tienen que soportar debido a su proximidad con la EDAR.
grupos aislados
Sin embargo, después de más de cuatro años, todavía hay concentraciones de jóvenes que desafían la normativa y se decantan por zonas mucho más céntricas para reunirse con los amigos y reivindicar el botellón que tanto quebraderos de cabeza dio en su día a las administraciones en puntos como la Plaza del Cabildo, la Plaza de los Scouts o el Paseo Marítimo, esta última una de las zonas preferidas para muchos a la hora de estacionar sus coches discotecas para amenizar la noche.
No obstante, las mismas fuentes municipales indican que las concentraciones ilegales de jóvenes en torno al botellón en estos citados puntos se producen de forma aislada y en grupos muy reducidos, si bien los agentes ya no se limitan a llamarles la atención y a multar si reinciden sino que pasan a sancionar directamente y a retirar las bebidas alcohólicas, según lo contemplado en otra de las normativas más controvertidas de los últimos años pero a la que ya le gana la del tabaco.