La lluvia, esa que necesitamos tanto, no quiso perderse el arranque del Carnaval de Chiclana. Inicio en el que, pese a todo, los chiclaneros hicieron valer sus ganas de fiesta para disfrutar de dos jornadas en las que la Carpa de la Alameda del Río se convirtió en el gran punto de encuentro y festejo de un primer fin de semana en el que las coplas no faltaron a su encuentro con la calle y en el que Antonia Molina regaló uno de esos pregones que quedarán para la historia.
Como manda la fiesta, el prólogo lo pusieron las agrupaciones callejeras, con coplas que, el sábado, convirtieron las calles del centro en un escenario de ingenio y humor. 'Tablao' del que quisieron participar cientos de chiclaneros, concentrándose en torno a las distintas agrupaciones. Jornada en la que no faltaron los tradicionales y arraigados tanguillos, con multitud de jóvenes bailaoras sobre unas tablas que derrocharon arte.
Con la lluvia ya presente, la segunda jornada de la fiesta demostró que en Chiclana se vive y hay muchas ganas de carnaval. Tanto es así que, como se suele decir, la Carpa de la Alameda se quedó pequeña para vivir en directo uno de esos actos que ya es parte de la historia, el pregón de una mujer, Antonia Molina, de estirpe carnavalesca y que ya sabe lo que es saborear las mieles de la gloria en el mayor de los escenarios, el Gran Teatro Falla.
Entregada y arropada desde el primer momento por el público, Antonia Molina no defraudó, es más, llevó su pregón a esos niveles a los que solo saben y pueden hacerlo quienes han 'mamado' y vivido la fiesta desde la cuna. Un viaje que le llevó desde su barrio del Arenal, en el que ya soñó con este momento, hasta la Chiclana de los fenicios.
'De la mano' de su abuela, padres y familia carnavalera, Los Molina, Antonia fue dibujando un pregón en el que no faltaron las coplas y, muy en especial, esa que, con su agrupación, dedicó a su hijo José Antonio.
La pregonera, que advirtió que "hay Molinas para rato", hizo una parada obligada en su impresionante curriculum carnavalero, en el que tuvo palabras de reconocimiento y agradecimiento para Antonio Alemania (presente en el escenario), que "medio el extraordinario privilegio de ser la primera chirigotera" en pisar las tablas del Gran Teatro Falla y, "por encima de todo, decir que era chiclanera".
Pregón que, con guiños a La Banda, El Lugar y el incónico río Iro, levantó los aplausos de un públicon que reconoció el valor, trabajo y personalidad de una de sus carnavaleras con letras mayúsculas.
Jornada de emociones, en las que las agrupaciones, de adultos e infantiles, hicieron bueno aquello de "al mal tiempo, buenas coplas" y en la que se vivió otro gran momento, la entrega, por parte del alcalde, de la Insignia del Carnaval a álvaro García.
Álvaro García: una vida entregada al carnaval
Mucho y bueno se puede decir de Álvaro García, cuyos comienzos en el carnaval nos trasladan justamente treinta años atrás, cuando debutó con una chirigota juvenil, a la que dio vida con los amigos del instituto. Agrupación con la permaneció en los años 1995, 1996 y 1997.
Fue en el año 1998 cuando sacó su primera chirigota adulta, con la que debutó con laureles, ya que consiguió el primer premio en el concurso de agrupaciones de Chiclana.
Animado por el éxito, al año siguiente, Álvaro García se lanzó al soñado debut de todo carnavalero, el del concurso de agrupaciones del Gran Teatro Falla. Idilio con la catedral del carnaval que se dilató hasta el año 2019, descansando solo en el año 2017.
Agrupaciones que dejaron su huella en el concurso, si bien cabe destacar las chirigotas del año 2008 (‘Los tu sí, tu no, yo no tu sí, Gorilas en la niebla’) y la de 2016 (‘Los Rebujitos’), logrando pasar a cuartos de final con la primera y conquistando el puesto 12 con la segunda.
Álvaro García, que con este prestigioso galardón del Carnaval de Chiclana pone un nuevo broche a su dilatada y meritoria carnavalera, ya ha sido reconocido con el Langostino de Plata, de la Peña Carnavalesca Hombres del Campo, y la Tortilla de Oro de Camaro-
nes, por parte de la Asociación de Vecinos Virgen del Carmen El Trovador.
Sin lugar a dudas, una distinción merecida para uno de esos pilares de la fiesta local de las últimas décadas.
