Fuentes de la empresa confirmaron días atrás que las opciones abiertas con más posibilidades siguen siendo dos, procedentes de un grupo español y otro suizo.
Hasta hace pocas fechas las dos ofertas se encontraban “al mismo nivel” por lo que los sindicatos primaban que la oferta que se adjudicara la planta fuera la que mantuviera un mayor número de puestos de trabajo.
Semanas atrás, un grupo de auditores externos analizaron y evaluaron el estado de la planta de cara a presentar un informe a las compañías interesadas en adquirirla.
Sin más ERTE’s
Como se recordará, la planta sanroqueña atraviesa un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de dos meses que finaliza a comienzos del mes de noviembre. Los sindicatos y la plantilla acordaron acceder a prorrogar el expediente anterior bajo la premisa de su necesidad para completar la venta de las instalaciones.
Sin embargo, el tiempo pasa y por el momento el acuerdo final sigue sin cerrarse, lo que provoca cierto malestar entre los trabajadores. De hecho, la plantilla no vería con buenos ojos una nueva ampliación ya que considera que su paciencia ha sido no agotado sino esquilmada.
De esta forma, los empleados valoran que están consumiendo sus últimos recursos de prestación por desempleo, por lo que previsiblemente se incorporen el 1 de noviembre a sus puestos de trabajo, se haya formalizado la venta de forma definitiva o no. Con todo, la plantilla se garantizó en este último expediente una indemnización por despido de 18.000 euros.