Este aficionado a los bollos y las chuches, "vicios" que ahora deberá aparcar, ha explicado a Efe que después de que le han reducido la capacidad de su estómago, le espera el reto de ir perdiendo esos 160 kilos de forma paulatina en el plazo de un año y medio.
Durante las primeras semanas, Gustavo llevará una dieta a base de líquidos -yogures, caldo, infusiones- para luego pasar a una alimentación a base de triturados y en el plazo de un mes comenzar a comer sólidos y hacer algo de ejercicio, algo básico para poder lograr su objetivo.
Cuando inició la preparación para la intervención pesaba 280 kilos, desde entonces ha perdido 25, 6 de ellos desde que le practicaran el baipás el pasado 30 de octubre.
"Quiero que todo salga bien, y que llegue al peso que tengo que llegar; luego buscar un trabajo, hacer muchas cosas, continuar con mi vida", explica el joven colombiano, que sabe que le espera unos meses complicados.
"Va a ser duro; tras una vida en la que he llevado una alimentación totalmente errónea, cambiar tu modo de alimentación comer poco ... va a ser un año especial", vaticina Gustavo, que considera fundamental la ayuda recibida de su familia, tanto antes como después de la operación.
De momento, Gustavo no prevé viajar a Colombia, y permanecerá en Barcelona acompañado por su novia y otros familiares.
El equipo del cirujano Carlos Ballesta fue el encargado de practicarle este baipás, una intervención que duró unas dos horas y que se desarrolló sin problemas.
"Los riesgos de complicaciones ya han pasado, aunque se tendrá que hacer los controles periódicos", ha indicado el cirujano, que ha recalcado que el joven se encuentra muy animado y que se sorprendió de lo rápido que había ido la operación.
"'¿Ya me ha operado usted?, no me lo puedo creer', me dijo nada más despertar. Tenía miedo, es lógico, pero al ver cómo ha ido la operación se ha venido arriba", ha explicado el doctor, que cree que en el plazo de un mes el paciente podrá salir a la calle.
El baipás le ha reducido la capacidad del estómago, por lo que una vez que se normalicen los efectos de la intervención no tendrá que seguir una dieta, "eso sí deberá comer menos cantidad" y hacer ejercicio, insiste el cirujano, que de forma periódica controlará los niveles de hierro, vitaminas y la situación de su hígado.
"El período de complicaciones ha pasado, salvo que hiciera alguna animalada como comerse un bocadillo esta tarde, algo que no va a hacer...", bromea Ballesta.
