Han sido cuatro años en los que el principal objetivo marcado por Madrid, Londres y el Peñón en esa primera reunión de “mejorar la vida de los gibraltareños y los españoles del Campo de Gibraltar”, ha "brillado por su ausencia", y ha sido "la colonia la única que ha venido sacando partido a esta situación".
Gibraltar, desde entonces, "ha venido creciendo por tierra, mar y aire, y ha venido ejerciendo una presión desmesurada hacia España, que con ministros como Moratinos se ha convertido en el mejor aliado de los intereses de la colonia. Ninguno de los asuntos que interesan a España llegan a esas reuniones periódicas que se celebran del Foro Tripartito, como tampoco lo hacen las salidas de tono protagonizadas por las autoridades de la Roca. Los constantes rellenos con fines urbanísticos a costa del mar territorial español, los persistentes acosos a las embarcaciones de la Guardia Civil en el desarrollo de la labor que tiene encomendada o la falta de coordinación en el espacio aéreo son algunos de los asuntos que realmente preocupan a los españoles, pero que, gracias a la oposición de Gibraltar, nunca tienen cabida en las agendas pactadas por las tres partes2.
En definitiva, asegura Landaluce, "un instrumento que podría servir para pactar avances significativos se ha convertido en una plataforma reivindicativa para Gibraltar, que utiliza su inclusión en este foro en su propio beneficio con el inestimable apoyo del mejor ministro de Exteriores que haya podido soñar la colonia en sus trescientos años de historia: Miguel Ángel Moratinos. Nunca nadie ha hecho tanto por tan pocos en perjuicio de muchos, dice el diputado".
"Hemos pasado de dos voces y tres banderas a tres voces y tres banderas", recuerda el diputado popular, "una cuestión que para el Partido Popular no ha servido para el pretendido y alardeado impulso que este foro preveía cuando fue creado".
"Creemos en el diálogo, en el desarrollo común de dos territorios como son Gibraltar y la comarca que lo rodea, pero existen errores de forma que para Landaluce comienzan con la postura tibia y permisiva de la que hacen gala los representantes de nuestro país en este marco. Ha pasado tiempo más que suficiente como para tener claras las cosas y constatar que no puede existir un único beneficiado de estas reuniones que deben dar un giro radical en la defensa de los intereses de España y los españoles por parte del Gobierno de nuestro país", concluye el diputado popular.
