Hace poco, dando un repaso a la prensa internacional buscando información sobre el foro llevado a cabo en Johannesburgo, los días 22, 23 y 24 de agosto del grupo de los BRICS, me topé con ésta, difícil de pronunciar, palabra. Pero, ¿qué significado tiene este vocablo de quince letras? ¿ En qué consiste la desdolarización? ¿Qué relación tiene con los BRICS? ¿Está vinculada a este grupo de cinco países?
Todo el mundo sabe que la moneda principal que corre actualmente por todos los comercios mundiales es el dólar, la divisa con más valor actual que pertenece al imperialista EEUU.
La potencia imperialista que domina en cada período histórico, además de imponer su voluntad, impone su moneda, beneficiándose de ello. El imperio británico, por ejemplo, impuso la suya en su momento, la “libra esterlina”; el imperio español impuso el “real de a ocho” y el “ducado español”; la suntuosa República de Venecia acuñó una moneda de oro, el “ducado”, sustituido más tarde por el “florín”, etc... Pero como todos los imperios van sucumbiendo uno detrás de otro, sus monedas sucumben al mismo tiempo que ellos. Esto no quiere decir que la moneda desaparezca, pero sí que pierde su valor mundial.
¿Y qué tiene que ver todo esto con los BRICS y la desdolarización? Los BRICS, en la actualidad BRICS+, es un grupo de países formado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, los cuales son los cinco países emergentes que se van desarrollando como potencias económicas y comerciales y desean derrocar al dólar en el nuevo orden mundial. A partir de enero de 2024 se incorporarán Argentina, Arabia Saudita, Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos e Irán (decisión tomada en la XV Cumbre en Johanesburgo el pasado agosto).
Cada vez hay más hendiduras en el orden internacional exigido por Washington y Bruselas al resto del mundo a través de la OTAN, su brazo armado. O como dijo recientemente el secretario general de la ONU, Antonio Guterres: “el período posterior a la Guerra Fría ha terminado. Se está produciendo una transición hacia un nuevo orden mundial”. Y parece ser que a ello nos encaminamos. Uno de los objetivos de la reunión del pasado agosto en Johannesburgo de los BRICS era la creación de alternativas al uso del dólar estadounidense, es decir, la desdolarización. Aunque todavía tiene muchos retos que superar, este bloque de países emergentes, se considera en estos momentos una importante fuerza motriz de la economía mundial y de la evolución económica en particular, gracias a los acontecimientos de los últimos años, como el regreso de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil, el nombramiento de Dilma Rousseff a la presidencia del NBD (Nuevo Banco de Desarrollo), el distanciamiento de India y Sudáfrica de las potencias occidentales o las decisiones de Moscú y Pekín de contestar a las escaladas de agresión en la Nueva Guerra Fría por parte de Bruselas y Washington.
La cooperación de estos cinco países está basada en los principios de igualdad y el respeto por los intereses de cada uno. Según palabras de Lula da Silva, quieren una integración entre continentes que garantice unas condiciones equitativas para todos. Otro de los deseos del bloque, según Xi Jinping, presidente de la República Popular China, es la expansión de dicho bloque, pero sin que la hegemonía forme parte del ADN de cada país. No exigen a los países que escojan bando ni pretenden crear hostilidad entre bloques, sino que lo que buscan es “expandir la arquitectura de la paz y del desarrollo”.
Estamos asistiendo a un crecimiento económico en el marco del Nuevo Banco de Desarrollo, creado en el año 2015 por los BRICS, con lo cual la hegemonía del dólar puede sufrir un descalabro en los próximos siete años. La tendencia hacia la desdolarización está más que justificada, porque cada vez más, los países se animan y luchan por tener políticas exteriores y económicas independientes, a lo que hay que sumar el descontento, cada vez mayor con el sistema de funcionamiento del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial. De esta manera, el Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, con su política financiera neutral, puede convertirse en el emisor de una moneda digital única para los países del grupo.
La desestimación y repulsa hacia el dólar puede dar sus frutos a medio plazo, tiempo necesario para que el BND esté totalmente desarrollado y organizado para que se efectúen complicadas negociaciones internacionales.
En resumen, la desdolarización terminará con la hegemonía del dólar para facilitar los intercambios económicos basados en monedas locales. Supongo que será un método extraordinario cuando hay más de cuarenta países que desean unirse a los BRICS y hay que darse cuenta también cómo EEUU va perdiendo hegemonía y poder, aunque todavía tiene mucho y controla buena parte del mundo, pero todo imperio, como dije al comienzo del texto, tiene un principio y un final. Y estamos presenciando cómo una nueva fuerza geopolítica se va desarrollando para realizar un nuevo papel de liderazgo mundial, que espero sea mejor que el que tenemos en la actualidad y nuestros nietos puedan disfrutar de esa arquitectura de la paz y del desarrollo.