El dios de madera, protagonizada por Marisa Paredes, es la segunda película de Molina Foix después de Sagitario, estrenada en 2001. Cuenta la historia de una doble pasión amorosa y un descubrimiento, enmarcados sobre el fondo de la inmigración ilegal en la ciudad de Valencia.
Sus protagonistas son Yao, joven senegalés que vende en la calle -en la película igual que en la realidad-; Rachid, marroquí peluquero por necesidad; María Luisa, una viuda madura que hace años fue actriz y que se enamora sorpresivamente de Yao; y su hijo Rober, que diseña páginas webs y siente un amor no verdaderamente correspondido por Rachid.
Foix explica asegura que seguirá escribiendo.