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España

El contrapunto de los nacionalistas

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La conmemoración el sábado del 30 aniversario de la Constitución quedó empañada por la actuación los nacionalistas catalanes y vascos que pusieron la nota negativa en la fiesta de la democracia de la que ellos no quisieron formar parte por detestar una Constitución que, precisamente, les ha dado la libertad de ser lo que son. Las ausencias de los nacionalistas en el Congreso de los Diputados, donde se celebró el acto principal de los 30 años de la abrumadora aceptación por parte del pueblo español de la Carta Magna, casi se agradece. No quisieron figurar ese día, pero luego bien que van al hemiciclo a hacerse la foto con Zapatero en las proclamaciones de éste como presidente del Gobierno. El culmen del despropósito se produjo el mismo sábado, cuando en un acto en contra de la Constitución en Barcelona, los jóvenes cachorros nacionalistas radicales de ERC quemaron un ataúd con la palabra Constitución. En pleno fragor, el diputado de ERC, Joan Tardá, que participó en dicho acto, cerró su discurso con un “Viva la República, muerte al Borbón”. Esta frase lo dice todo. Así son, sin la careta que se ponen cada día para acudir al Parlamento. Hace 30 años los españoles eligieron la libertad. Ahora, gente como la de ERC proclama la vuelta al más oscuro pasado y reivindican lo que el 6 de diciembre de 1978 se dejó atrás, pero a su manera. Los nacionalistas hablan de libertad, pero quieren instaurar su propia dictadura, que no tiene nada que ver con la República que proclaman. Hay muchas formas de debatir sobre el modelo de Estado, y la opción republicana es tan legítima como otra. Pero lo que no puede hacerse es lanzarse soflamas panfletistas y anacrónicas como la de “muerte al Borbón”. Eso está fuera de la democracia que tanto esfuerzo costó consolidar y que esta gente quiere dinamitar.

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