Menuda sorpresa le han dado al cantante isleño Manuel Carrasco estos días los numerosos vecinos de su pueblo natal, Isla Cristina, que se han acercado a sus dos conciertos en Estados Unidos: el pasado 10 de marzo en Miami, y solo dos días después en Nueva York.
En primer lugar en Miami, donde según publica este jueves el periódico local La Higuerita, asistieron al concierto el isleño Sebastián Sánchez Carrillo, junto a su novia Laura, de origen gallego. El joven, que trabaja como ingeniero en dicha ciudad norteamericana desde hace ya varios años, no quiso perderse la oportunidad de presenciar allí un concierto de su paisano, y adquirió las entradas nada más enterarse del evento, del que no solo pudo disfrutar como espectador, sino en el que, además, pudo saludar a ‘Lolito’, como es conocido cariñosamente Manuel Carrasco en Isla Cristina. Además, también pudo hacerse con él una fotografía con una bandera de Isla Cristina, la cual posteriormente exhibió durante todo el concierto.
Según prosigue La Higuerita, Sebastián es hijo de Javier Sánchez y de María Carrillo, directora de las Escuelas Infantiles El Castillo y Virgen del Rosario de Isla Cristina, y nieto del recordado en dicha localidad costera Sebastián Carrillo Escámez.
Por su parte Manuel Carrasco, una de las veces que durante el concierto de Miami se dirigió al público, señaló emocionado que "a donde quiera que voy, siempre me encuentro un isleño o una isleña. Qué bonito es pasear la bandera de nuestra tierra a miles y miles de kilómetros, al otro lado del mundo".
Pero esto de Miami fue solo el preámbulo de la mayúscula sorpresa que se llevó dos días después en Nueva York, donde se quedó sorprendidísimo, y muy emocionado, al ser recibido el día antes de su concierto en la ciudad de los rascacielos por nada más y nada menos que 27 isleñas e isleños en la puerta del hotel en el que se alojaba.
Según ha relatado a esta redacción Laura López, una de las isleñas que formó parte de tan inesperada expedición para el famoso cantante, estos 27 paisanos de ‘Lolito’ corearon a su llegada, a las puertas del hotel neoyorquino, algunas de sus canciones. "Su cara era un poema", indica Laura, quien además detalla que Manuel Carrasco "no paraba de repetir que todo le parecía un bonito sueño".
El cantante se hizo fotografías con todos sus paisanos, y con los dos sevillanos y dos madrileños que se unieron a la expedición isleña, y terminó poniéndose una gorra que allí mismo le regalaron.
Ya durante el concierto, según cuenta Laura López, Manuel Carrasco no dudó poner sobre el piano con el que interpretó la canción ‘Soy’ –en la que narra sus orígenes isleños- la bandera de su pueblo natal que allí mismo le regaló el conocido murguista del Carnaval de Isla Cristina Rafael Rodríguez Redondo ‘Fae’.
Como en Miami, en una de las ocasiones en las que el cantante se dirigió al público, reconoció la "enorme sorpresa" que le habían dado sus paisanos, además de comentar que gracias a la presencia de éstos en el concierto, "se sentía muy arropado y acompañado, a tantos miles de kilómetros".
