Durante las últimas jornadas la empresa, APBA y Marapié (estibadores) han tratado de cerrar un acuerdo que permita el inicio de las operaciones en la terminal.
Al parecer, Marapié no estaría de acuerdo con el número de empleados calculados por Hanjin como necesarios para realizar las operaciones de carga y descarga de contenedores, al reducirse esta cifra a la mitad con respecto a la terminal de Maersk. Frente a esta postura, parece que los estibadores eventuales estarían menos alejados de la postura de Hanjin.
El presidente del comité de empresa de Marapié, Carlos Mejías, insinuó ayer que la puesta en marcha “no depende sólo de temas operativos porque hay apartados de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que se han incumplido. Nuestros delegados de prevención no han participado en la elaboración de los protocolos de actuación, como marca la ley”.
Además, Mejías sostiene que Hanjin “no reconocen como servicio público una serie de puestos de trabajo. Son cosas obvias, parece como si no conocieran el convenio”. Desde Marapié se sostiene que “estamos pendientes de llegar a tiempo. Esperamos desbloquear la situación”.
Con todo, Mejías resalta que “ésto se tenía que hablar tratado mucho tiempo. Llevamos meses tratando de hablar con la empresa y lo han dejado para última hora. Este asunto debería estar cerrado, ya que sólo pedimos la aplicación de la ley”.
Primera escala
El Hanjin Casablanca, de 349 metros de eslora y procedente del Puerto de Nasha (China), se podría convertir en el primer buque que oficialmente realice operaciones de carga y descarga en una terminal cuya inauguración se producirá en junio. El Hanjin Casablanca atiende el servicio de importación NE-1 de la naviera china Cosco, que enlaza el sudeste asiático con el Mediterráneo y cuyos barcos escalarán desde ahora en TTI-A cada martes.
La nueva terminal de contenedores recibirá la escala de los buques que participan en los servicios que Cosco opera de forma conjunta con Hanjin y destino Asia, denominados MD-3 y NE-5, y en los que también participará la naviera japonesa K´Line.
En principio la terminal atenderá a los barcos de Hanjin así como a los que forman parte de CKYH Alliance. Este grupo multinacional está compuesto por Cosco (China), K´Line (Japón) y Yang Ming Line (Taiwán), además de Hanjin (Corea del Sur). Además TTI-A dará servicio a cualquier otro buque que lo solicite al tratarse de una terminal pública.
El principal objetivo de Hanjin es convertir al muelle comarcal en un hub regional, centro logístico de las regiones del Mediterráneo y África, además de la principal base de transbordo para los grandes buques portacontenedores en diversas rutas.
Inversión y empleo
Durante los 30 años de concesión otorgados por la Autoridad Portuaria a Hanjin para la explotación de la terminal, la empresa surcoreana deberá aportar unos 374 millones de euros.
La estimación de TTI-A es crear medio millar de empleos directos en la primera fase y una cifra pareja en una segunda etapa entre directos, indirectos e inducidos.