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Los abusos afectan a un coro donde trabajó el hermano del Papa

El escándalo de abusos sexuales a menores de edad por parte de sacerdotes católicos en los años setenta, que desde hace semanas sacude Alemania, se amplió ayer a la escuela del Coro de la Catedral de Ratisbona, en el que trabajó como director musical Georg Ratzinger, hermano del Papa Benedicto XVI.

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El escándalo de abusos sexuales a menores de edad por parte de sacerdotes católicos en los años setenta, que desde hace semanas sacude Alemania, se amplió ayer a la escuela del Coro de la Catedral de Ratisbona, en el que trabajó como director musical Georg Ratzinger, hermano del Papa Benedicto XVI.

Según informó ayer el portavoz del Obispado de Ratisbona (sur de Alemania), Clemens Neck, hubo dos religiosos de esa comunidad, fallecidos en 1984, que fueron condenados judicialmente por casos de pederastia.

Entre 1964 y 1994, el hermano de Benedicto XVI fue director de ese coro. George Ratzinger, de 86 años, afirmó ayer a una emisora de radio de Baviera que nunca tuvo conocimiento de que se estuvieran produciendo casos de abusos sexuales con menores en esa escuela.

De los dos religiosos responsables de los abusos, uno de ellos era profesor de religión que fue relevado de sus funciones en 1958 mientras que el otro fue director del internado durante algunos meses y fue condenado a prisión en 1971, señalaron desde la diócesis.

Según Neck, hay varios casos de víctimas que se han dirigido a la institución, entre las que existen no sólo casos de abusos sexuales sino de maltrato grave, tanto en la escuela de la Catedral como en el seminario de Widen.

La diócesis de Ratisbona encargará una investigación sobre el caso, explicó Clemens, quien agregó que al Obispado no le consta que actualmente ocurren hechos similares pero tampoco descartó que sigan en activo personas responsables de los abusos.

El monasterio de Ettal (sur de Alemania), involucrado en el escándalo, admitió ayer que en las últimas décadas “fueron frecuentes” los abusos sexuales con menores. Así lo explicó Thomas Pfister, encargado de la investigación abierta por la directiva del propio centro.

Explicó que la mayoría de los delitos de los que ha tenido constancia han prescrito ya.

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