La sequía sufrida en los últimos meses ha afectado a los viñedos del Marco de Jerez. Tanto es así, que por primera vez los viticultores piden a la Junta de Andalucía que incluya unas ayudas específicas al viñedo en la próxima línea de ayudas a la sequía. Es un problema que se viene arrastrando en los últimos años y, de hecho, esto ha significado que en la pasada vendimia la recolección de uva haya descendido en casi un 25% con respecto a 2021.
Francisco Guerrero, presidente de Asevi-Asaja en la provincia de Cádiz, destacaba que no tienen preocupación solo por la sequía en el tema del viñedo, sino porque hay otros factores también como “la disminución del espacio de viñas, no llega a las 7.000 hectáreas frente a las 22.000 que hemos llegado a tener. Si además de tener pocos viñedos vienen años cortos de agua como este, después de otros anteriores, resulta que la producción se nos viene abajo por completo y ya no tenemos suficiente para cubrir las necesidades del sector”.
Eso se une a que las necesidades del sector han aumentado porque “se ha empezado con mucha fuerza el envinado de botas para el whisky y otros productos como cerveza y ron. Y este año ha estado corto. Las necesidades son de unas 80.000 botas en el sector y la producción ha sido de 61.000 botas, por lo que ya hay un déficit. Además, el año pasado no sobró vino ninguno. Fue lo justo”.
Guerrero considera que las condiciones climáticas en general y la falta de recursos que tiene el viticultor “ya que los ingresos han sido cero y no se ha podido dedicar a mejorar el cultivo hace que esté decayendo. Y falta un relevo generacional. Tenemos grandes problemas aquí, acrecentados por la sequía”.
La producción de mosto calificado, que es el que entra en el circuito de las diferentes ramas que tiene el vino del Marco tiene un déficit “de unas 20.000 botas. Las producciones no son altas además de las condiciones que nos pueden influir. La producción se ha venido abajo. Hace no muchos años la producción era de 11.000 kilos por hectárea y este año estamos ya en menos de 8.000 kilos”.
Y ante la situación piden “que se haga un estudio de por qué tenemos ese problema. No podemos seguir así porque nos vamos a quedar sin viñedos y eso no puede ser. Le pedimos a la Junta que nos ayude. Pero no que nos cubra el déficit, sino que nos ayude a encontrar la salida”.
No piensan cambiar de cultivo
Para muchas personas los viñedos son su forma de vida y “ahí está el gran problema”, comenta Francisco Guerrero. “Si nos va mal siempre podemos cambiar, como hacen otros, que están poniendo olivos, que son más rentables, y otro tipo de cultivos. Pero nosotros queremos ser viticultores porque Jerez tiene un nombre mundial por sus vinos y queremos que siga el negocio del vino que ha habido aquí toda la vida con nuestros antepasados. Queremos seguir cultivando la viña”.
