Tras más de siete años con representación municipal, Ganemos Jerez cree que ha llegado el momento de generar una nueva confluencia de izquierdas de cara a las municipales. Lo defiende su portavoz, Ángeles González, frente al auge de la derecha, y porque considera que “somos necesarios”.
¿Qué balance hacen de su labor municipal?
Somos un equipo bastante consolidado y con bastante trabajo encima de la mesa para la reducida representación con la que hemos contado en este mandato. Es una herencia del trabajo realizado en la anterior, en la que contamos con cinco concejales trabajando seriamente. Nos hemos ganado el respeto de mucha gente del Ayuntamiento, tanto de trabajadores como de cargos políticos. Otra cosa es el resultado de estos trabajos, pero diría que somos una fuerza que aporta, que tira del carro y colabora, y que es necesaria. Si no estamos encima de las cosas, no salen. Los presupuestos, las medidas acordadas, si no damos la voz de alerta en el tema de la transparencia, esto no sale adelante.
¿Y de la del Gobierno local?
Tenemos dos grandes conflictos con ellos. De un lado, entendemos que hay una falta de control de los servicios públicos que están externalizados, y esto nos lleva a grandes problemas, como el tratamiento del arbolado urbano, que es consecuencia de la falta de control sobre la empresa y de no darle directrices. Una cosa es externalizar y otra que las empresas trabajen como quieran. Ahí han perdido el norte. Del otro, hay una falta de orden en el desorden, como ocurre con las viviendas turísticas. Jerez tiene la oportunidad de regular u ordenar, incluso aprender de lo de otras ciudades, como para que algunas consecuencias negativas que se han dado en otros lugares, aquí podamos intentar paliarlas o disminuir sus efectos negativos. No estamos en contra de que haya viviendas turísticas, lo que queremos es ordenarlo de manera que no se produzcan efectos negativos en otras ciudades. Pues no, por parte del equipo de gobierno local se juega al negacionismo y nos parece una falta de cuidado. Hemos hecho un estudio sobre este fenómeno y es una cosa seria, porque están haciendo una apuesta por rehabilitar el centro histórico y por rehabitarlo y vemos que hay una enorme contradicción.
¿Temen que Jerez pueda reproducir el fenómeno de la turistificación?
El estudio que encargamos viene a decir que las características del fenómeno en otras ciudades empiezan a darse aquí. No estamos en situación de tener efectos negativos en los que la situación se ha ido de madre, pero empiezan a apreciarse algunas características. Hay una subida exponencial de viviendas para alquiler turístico que indican que se ha iniciado ese proceso. No sabemos si irá más lento o no, porque no hay una prevención por parte del Ayuntamiento. Todo lo que venga bueno, dice el Gobierno local, pero bueno si es bueno, si es para tomarnos el pelo, como ha ocurrido con el edificio de Rianal… No se trata de rechazar, sino de reordenar, y que convivan el turismo y las personas que habitan el centro.
Ya que cita el centro histórico, ¿qué priorizarían ustedes?
La prioridad de hacer habitable el centro no se está trabajando con toda la seriedad que se debería. La cuestión de la expropiación de los solares es una herramienta bastante interesante, pero si eso pudiéramos convertirlo en viviendas para que se habite el centro, estaríamos hablando de otro tipo de políticas.
En el debate del estado de la ciudad acusaron al ejecutivo local de falta de valentía, ¿en qué casos?
Creemos que hay un abuso del Gobierno local de vender la noticia rápida y a la hora de la verdad de eso hay un porcentaje pequeño. Hay tendencia a vender humo con políticas cortoplacistas. Es más valiente ordenar las plantas fotovoltaicas, con la herramienta del PGOU para proteger las viñas, pero no hay nada. A la hora de trabajarlo no hay nada. Las políticas que de verdad transforman las cosas no las hacen. Hay falta de valentía porque hay que enfrentarse a las grandes empresas y no defiendes lo que hay que defender. Nos sentimos ahí muy decepcionadas.
¿A quién hay que culpar exactamente en el caso de Macharnudo, al Ayuntamiento o a la Junta?
Esta es la historia de la política de España de siempre. Los dos trabajan para el mismo interés. PSOE y PP. La solución pasa por una moratoria. Es una propuesta de sentido común. Llega un fenómeno que tiene toda la lógica que se dé en la provincia de Cádiz, pero habrá que parar y ver, porque la agricultura es vital, y casar todos los intereses. No es decir que no, sino de ordenarlo para que no haya efectos negativos en otros intereses.
¿Cuáles son sus expectativas electorales?
Hace un año decidimos seguir en política, respondiendo a nuestro ADN de la confluencia, de intentar generar un espacio donde todas las personas y los actores políticos nos sintamos cómodas. Hemos conversado con IU, con Podemos, Anticapitalistas y en consonancia a nivel estatal con otras plataformas municipalistas. Y desde las andaluzas se nos presentó la oportunidad de Verdes Equo y Más País. Hemos llegado a un acuerdo de colaboración y sentirnos con ellos para participar en un espacio de colaboración más amplio, pendientes asimismo de lo que ocurra a nivel nacional con Sumar. Esa es nuestra intención. En un par de meses queremos anunciar que todas las personas de izquierdas nos comprometemos a trabajar.
No prevén presentarse entonces como Ganemos.
Nuestro objetivo es crear una nueva confluencia con otros partidos de izquierdas.
¿Se cierra la puerta a ser candidata?
Primero, ojalá consigamos este espacio, porque hay avances, y en el seno de ese espacio hablaremos de las candidaturas y de las personas.
¿Cree que se ha cerrado la etapa de las plataformas municipalistas?
Creo que las plataformas municipalistas hemos demostrado ser una parte más, una visión que no cubrían otros actores políticos. Hay una forma de hacer necesaria, y creo que debemos estar. No tenemos vocaciones de diluirnos ni disolvernos. La asamblea quiere continuar, pero de cara a estas elecciones el planteamiento es el de la confluencia, acorde con el momento político.
¿Han aprendido algo de lo ocurrido con la fragmentación de la izquierda en las andaluzas?
Hay que extraer enseñanza de lo ocurrido para aprender. Las cosas pasan, las observamos y las apuntamos.
¿No creen que todo esto confundirá aún más al electorado?
Entiendo que hay mucha confusión, mucha decepción también, porque llevamos mucho tiempo hablando de confluencia y lo que se ven son navajazos, y entiendo que haya desilusión. Pero nada de esto debe ser obstáculo para trabajar. Hemos fracasado, pues hay que levantarse y volverlo a intentar. Hasta que lo consigamos, porque creo que es importante, y más en este momento con la derecha en crecimiento.
¿Ha vuelto el bipartidismo para quedarse?
Creo que aunque haya cierta tendencia, o porque me gusta creerlo, el bipartidismo murió. Eso no será lo que permanezca. Y a nivel local no es la postura más dominante.
¿Cuáles son sus prioridades programáticas?
En los presupuestos de 2022 hay partidas de inversiones que estamos pendientes de ver ejecutadas. La más importante el proyecto que hemos incluido para las casitas bajas, en la barriada de la Uva. También hemos incluido una partida para mejorar las condiciones de los animales del Zoo, y otra para crear un eje verde que parta del vivero del parque del Retiro hasta el parque de Clara Campoamor. Luego está la apuesta importante de las mejoras de las condiciones laborales del Sasia, dentro de Comujesa, que no tienen convenio colectivo y tienen salarios muy precarios. Además de nuestras propuestas a nivel cultural.
¿Cómo va el seguimiento de los compromisos del Gobierno local?
Es cierto que hay cosas que a nivel presupuestario están ejecutadas, pero la forma en que se han ejecutado no es la que nos gusta. Los caminos escolares, por ejemplo, tienen un sentido pedagógico de lo que al final se está haciendo. Si miras solo las cuentas las dan por ejecutadas, pero no estamos contentas. Siempre vemos mucho margen de mejora en la forma en la que se hacen las cosas.
Les critican porque dicen que más que un partido de la oposición se han convertido en gestores culturales
Creo que desde la derecha no se entiende que la cultura sea algo importante y que sea algo accesible a todas las personas. Ellos tienen otro concepto más elitista, que responde solo a ciertas partes de la cultura. Nuestro concepto de cultura es accesible y universal, y entiendo que no la compartan, pero nos alegra que nos consideren buenos gestores culturales.
¿Cómo es posible que aún no se haya intervenido en la barriada de San Juan de Dios?
San Juan de Dios me parece una prioridad brutal, no solo porque personalmente cualquiera que pase puede verlo, sino porque si hablas con las personas de Acción Social que trabajan con los vecinos de esa barriada, que en su mayoría son usuarios de Servicios Sociales, están asustadas. Cualquier día va a pasar algo muy grave en San Juan de Dios. No solo por esa necesidad urgente, sino porque no se puede hablar de avance de un país cuando hay espacios que se dejan ahí muertos para siempre. Cuando hablamos de avanzar, de qué cojones estamos hablando si no es de avanzar todas. No concibo hablar de avanzar dejando gente fuera y San Juan de Dios es un ejemplo de eso. No es normal que pasa la ITI, la Edusi y los Next Generation y San Juan de Dios siga allí tal cual. Cada vez que lo propones dicen que si la Junta, que si el Gobierno… La relación que tiene el Ayuntamiento de Barcelona con la Generalitat es impresionante. Eso debe ser la gestión política entre administraciones por el bien común. Vamos a sentarnos Ayuntamiento y Junta y si hace falta ir a Madrid, vayamos, pero es una colaboración que no hay. Y en materia de Educación le volvemos a pedir a la Junta que no cierre más líneas de la pública. Se debe al descenso de la natalidad, pero no me cierre nueve líneas de la pública y una de la concertada. Hay un descenso, es público y notorio, pero al menos vamos a reducir al 50%.
¿Cree que la ciudadanía se ha desmovilizado, o ahora mismo no hay motivos para hacerlo?
Motivos hay sin duda, porque hay inactividad por parte del Gobierno en cosas que son importantes, pero llevamos una legislatura curiosa como mínimo, con la pandemia, que ha creado dificultades importantes. Son circunstancias complicadas para lo que siempre hemos mantenido como movimiento. Hay también cierta desmovilización inducida, a través de la derecha mediática, que han intentado deslegitimar el papel de Podemos. Y Jerez no es ajeno a eso. De todas formas, el concepto de movilización tradicional, que es ver a un grupo de gente con una pancarta, también ha evolucionado, y hoy día han cambiado las formas a través de las redes sociales, que es donde la gente se moviliza. Hay más denuncia individual que colectiva, la gente está menos organizada, pero sí hay denuncias, aunque le reste potencia a la denuncia y a la movilización.