La Guardia Civil ha detenido en Alicante a un varón de 41 años en una investigación por delitos de terrorismo por su conexión con plataformas mediáticas yihadistas. El arrestado, que intentó en el pasado acceder a zona de conflicto junto a otros tres terroristas, uno de ellos implicado en un atentado en Grozni (Rusia), ingresó ayer en prisión de forma provisional por orden de un juez de la Audiencia Nacional.
Se trata de un ciudadano noruego que había solicitado pasaporte iraquí, según informan a Europa Press fuentes jurídicas. La operación se ha llevado a cabo, bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción número 5 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, por los Servicios de Información de la Guardia Civil y el CNI, contando también con la colaboración de EUROPOL.
En el registro del domicilio del arrestado se han intervenido diversos dispositivos electrónicos, interviniendo material audiovisual asociado a organizaciones terroristas de corte yihadista, en el que predominaba material editado por agencias oficiales del Estado Islámico.
La investigación, según añaden desde la Guardia Civil, se inició tras detectar en la provincia de Alicante a una persona vinculada al ideario yihadista, quien en el pasado habría intentado desplazarse a zona de conflicto con la intención de combatir integrado en las filas de organizaciones terroristas.
RELACIÓN CON TERRORISTA DE GROZNI
Fruto de la cooperación policial internacional, los investigadores constataron que habría intentado acceder a Siria o Irak acompañado de otras tres personas, quienes ya habrían exteriorizado actos de violencia. En este sentido, destacan a uno de ellos al ser considerado autor de un atentado terrorista en Grozni (Rusia) donde fallecieron 21 personas y otras 16 resultaron heridas.
El detenido desarrollaba una "actividad propagandística intensa y de gran relevancia" en plataformas vinculadas a organizaciones terroristas como el auto denominado Estado Islámico. De hecho, dada la posición privilegiada alcanzada por éste, se encontraba en plataformas de intercambio de contenidos yihadistas muy restringidas, donde tenía acceso a un material especializado, entre otros, a una enorme cantidad de publicaciones consideradas "manuales de instrucciones" utilizadas para la captación y adoctrinamiento de otros potenciales terroristas.
Durante la investigación se ha podido acreditar que esta persona mantenía estrictas medidas de seguridad que le habían permitido no ser identificado hasta el momento. El detenido utilizaba asimismo aplicaciones para móviles que le permitían dar anonimato a sus llamadas.
Una vez se pudo acreditar la actividad que esa persona estaba desarrollando a través de plataformas mediáticas yihadistas, se llevó a cabo una investigación, que ha contado con la participación de analistas de la agencia Europol, que permitió afianzar un procedimiento en vía judicial.