El ministro principal gibraltareño, Fabian Picardo, prevé que serán necesarias al menos dos rondas más de conversaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea para alcanzar un acuerdo en torno a la futura relación de Gibraltar con la UE y que "estamos a un paso de un acuerdo histórico".
“Probablemente necesitaremos dos rondas más de negociación formal, como mínimo. La primera es probable que se celebre a principios de junio”, ha indicado Picardo en su intervención en el Parlamento de Gibraltar, en la sesión en la que se retomaban las sesiones presenciales.
“Llevamos embarcados en estas negociaciones desde octubre del año pasado”, ha recordado el ministro principal, que ha repasado las ocho rondas de conversaciones celebradas hasta el momento.
“Me complace decir que estas ocho rondas hasta la fecha ya han cubierto todos los ámbitos que son objeto de la negociación”, sobre la que asegura que la “complejidad” es “inimaginable”, añade Picardo.
“Estamos a un paso de un tratado histórico”, ha señalado. “Creo que ahora estamos cerca de poder empezar la redacción consolidada del tratado en las próximas semanas”, sostiene.
Un acuerdo que, “creará una oportunidad para nuestro mayor desarrollo económico y el mayor desarrollo económico de la región que nos rodea, y quizás incluso más allá, llegando al otro lado del Estrecho”.
También deja claro que “la prosperidad compartida de la que hablamos tiene que ver con el desarrollo empresarial, no con que Gibraltar pague por la creación o el mantenimiento de las infraestructuras españolas”.
“Los nuevos acuerdos, si se pueden lograr, situarán la cooperación transfronteriza sobre una base más definida y segura”, añade.
Respecto a los progresos de las negociaciones, Picardo considera que “la considerable y positiva interacción de las últimas cuatro semanas nos ha llevado a estar muy satisfechos con el punto en el que nos encontramos”.
“Por supuesto, nada está acordado hasta que todo está acordado y en este momento aún no podemos decir que hayamos acordado ningún texto”, sino que “simplemente estamos afinando los principios al detalle”, aclara.
Eso sí, sostiene Picardo que “en muchos ámbitos, ya se ha llegado a un acuerdo en torno a los principios básicos para llegar a un acuerdo completo”. Los ámbitos que han quedado “más abiertos en principio se refieren a los aspectos de la movilidad de las personas y a los aspectos de la movilidad de las mercancías”.
Frontera
“La cuestión principal se ha centrado en la movilidad de las personas” y la “clave ha sido resolver cómo podríamos hacer efectivas las disposiciones prácticas necesarias que surgirán del delicado equilibrio alcanzado en el Acuerdo de Nochevieja”.
Picardo subraya que “España es el Estado miembro vecino y, hoy en día, ya es responsable de los controles de Schengen” en la frontera entre Gibraltar y La Línea y que “acordamos en el Acuerdo de Nochevieja, que ya debatimos en esta Cámara, que España tendrá la responsabilidad de los controles de Schengen (…) a través de los puntos de entrada en Gibraltar”.
“Al menos durante los primeros cuatro años, llevará a cabo esos controles con la ayuda de Frontex”, recuerda, pero insiste en la dificultad de encontrar la manera de “hacerlo de forma segura y aceptable para Gibraltar, el Reino Unido, España y la UE desde el primer día”.
Además de agradecer la labor del equipo gibraltareño que ha participado en las conversaciones, Picardo ha valorado que por parte de la UE se haya colaborado para mantener una negociación “de buena fe”. U sobre la interacción con sus homólogos españoles, “hemos establecido una sólida relación a partir de la cual esperamos resolver estas cuestiones históricas de forma que todos ganen en los aspectos no relacionados con la soberanía y nadie pierda en los aspectos relacionados con la misma”.
En cualquier caso, apunta Picardo que “tampoco vamos a pretender que un acuerdo pueda ser ratificado por el Reino Unido en nombre de Gibraltar sin consulta”. Y aclara también que “el futuro de Gibraltar es exclusivamente británico”.
En cuanto al caso de Irlanda del Norte, insiste Picardo en que estas “dos negociaciones son totalmente diferentes” y que una no afectará a la otra.